LA LUZ

En el 2006, dos años después de haber terminado mis estudios de cine, mi impulso creativo había quedado desbordado. Ya no tenía una escuela dónde escupir mis ideas, ni tenía un equipo de trabajo que me ayudara a desarrollarlas. Estaba un poco sólo y desorientado. No sabía para dónde arrancar.

Sin embargo no me faltaban recursos y la pintura funcionó como mi cable a tierra.

"La luz", óleo sobre tela, 2 x 1 mt. Martin Sternberg

"La Luz", óleo sobre tela, 2 x 1 mt. Martin Sternberg

 

El contexto

La ENERC (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica) era una escuela que dependía directamente del gobierno de la nación. Es decir que la dirección cambiaba según el presidente de turno. Casualmente yo cursé del 2001 al 2004, quizá los años en que más presidentes tuvo la República Argentina. Por lo cual la dirección de la escuela cambiaba día a día y los alumnos sufríamos como hijos de padres peleados y divorciados. Es por esta razón que frente a todos los cambios y los nuevos caprichos que nuevos docentes y directivos nos imponían, decidí realizar una tésis diseñada para poder producirla y terminarla en el menor tiempo posible y así poder egresar lo antes posible.

La tésis era un cortometraje titulado “Cuando no sabemos”, y era un ensayo climático sobre la identidad. La mayor parte de la película se desarrollaba en las terrazas de Ciudad Universitaria. El rodaje fue un éxito y mi plan había funcionado. Fuí el único alumno que entregó el cortometraje en tiempo y forma. Aprobé y me pude olvidar del laberinto burocrático de la institución. Pero lo mas extraño es que mi tutor de tésis había renunciado en el interín y el trabajo fue evaluado por otro docente que poco sabía de los proyectos. Sí, había aprobado, pero la sensación era de abandono y despojo frente a mi alto sentido de responsabilidad.

Dos años después de estas peripecias me encontré con fotos del rodaje. Me parecieron hermosas y me dieron ganas de rendirle tributo a ese momento tan mágico para mí.